Año pandémico
Después de casi cuatro años, decido publicar una nueva reseña. Se dicen fácil cuatro años reinventados y reordenados.
Visité el perfil de la persona que era hace cuatro años, y ya no soy.
En la ciudad que habito, hoy es el día 81 de la pandemia mundial SARS-CoV-2 o Covid-19.
quién lo hubiera dicho, en pleno siglo XXI regresamos a nuestros orígenes primitivos: encuevarnos para no morir. Con algunas modificaciones claro, tres pantallas enfrente y un aislamiento físico pero no social, enmudecidos y creyendo que tenemos libertad de expresión. Solamente unas cuantas personas se toman el tiempo de investigar ardua y sistemáticamente la información.
En el 2016 hice mi última publicación en este blog, y ahora, al leer, me doy cuenta de los inimaginables cambios a nivel social, tecnológico, educacional, ambiental, y una larga lista de áreas, o puede ser que mi realidad cambió y yo aprendí en ese transitar de cuatro años.
Este escrito es uno más para que, quien me lee, sepa que existí y viví tiempos pandemiales, en donde las personas aún luchan contra los más viejos derechos humanos universales, hoy en día continúa la vilencia en las calles, las extorciones, violaciones a niños, niñas, adolescentes y miles de mujeres; en Estados Unidos vemos manifestaciones diarias luchando contra el racismo estructural, decenas de caravanas migrantes centroamericanas dirigidas a su "sueño americano", estadísticas de millones de personas muriendo de hambre y personas derrochando riqueza mal habida.
El mundo no ha cambiado mucho, pero personas como nosotras, que estamos en medio, tratando de avanzar, tratando de tender manos y redes, leyendo en un computador en un día común, somos quienes tenemos el poder de seguir tejiendo y alimentando la comunidad, desde lo local, lo cotidiano, lo palpable.